Cómo la nutrición de tu mascota influye en su salud intestinal y en su comportamiento

Por: Dra. Rebecca Delles
Cuando entras a las redes sociales, seguro ves mascotas haciendo locuras. Al igual que nosotros, cada una tiene una personalidad única que está influenciada por su “segundo cerebro”: el sistema nervioso entérico (SNE) que está dentro de las paredes del sistema digestivo. Y si bien no se conocen por completo los mecanismos a través de los cuales el microbioma intestinal y el SNE influyen en el comportamiento, cada vez más pruebas demuestran que la salud intestinal juega un papel importante en la salud cerebral. En este sentido, el cuidado de la salud cerebral de los animales de compañía representa un nuevo campo de estudio que ofrece sorprendentes beneficios para su salud en general.
Interacción entre el intestino y el cerebro
Durante décadas se creyó que la interacción entre el cerebro y el intestino era unidireccional: siendo el cerebro el que influye en el intestino (y no al revés). Sin embargo, ahora sabemos que es una interacción a nivel neuronal, endocrino e inmune. Si bien el sistema nervioso –incluido el cerebro– comprende una compleja red que controla y regula el organismo en general, muchas de las vías de esta red también están bajo la influencia del microbioma intestinal. Entonces dado que el alimento que reciben los animales de compañía tiene un impacto significativo sobre la composición de la microbiota intestinal y los subproductos metabólicos, la dieta de las mascotas debe escogerse cuidadosamente desde las primeras semanas de vida hasta su etapa adulta.
El ecosistema de la microbiota intestinal es distinto en cada individuo –humano o animal– y se ve afectado por diferentes factores como la dieta, el uso de antibióticos, las enfermedades gastrointestinales, la edad, la genética y el medio ambiente. Este ecosistema está compuesto principalmente por bacterias, pero también por arqueas, virus y protozoos. Los desequilibrios en la microbiota intestinal –a veces denominados disbiosis– pueden provocar una inflamación crónica de grado bajo y están relacionados no solo con trastornos gastrointestinales (como el síndrome del intestino permeable), sino también con enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer y el Parkinson).
Cómo mejorar la salud de tu mascota
Una buena nutrición puede beneficiar la salud cerebral al prevenir o reducir la aparición de disbiosis. En este sentido, los prebióticos, los probióticos, los postbióticos y los antioxidantes –en particular– desempeñan un papel clave en la protección de la salud intestinal de las mascotas.
Los prebióticos son compuestos –presentes en los alimentos– que estimulan el crecimiento de las bacterias beneficiosas y promueven la diversidad microbiana. Investigaciones recientes han demostrado que algunos prebióticos pueden mejorar la cognición y el comportamiento positivo a través de la modulación de la neuroinflamación.
Por su lado, entre los probióticos se incluyen las bacterias vivas y/o muertas que mejoran la salud intestinal al reducir las poblaciones de bacterias patógenas en el tracto gastrointestinal. Estas bacterias actúan por exclusión competitiva al promover compuestos antimicrobianos, cultivar microorganismos endógenos beneficiosos y/o alterar el metabolismo microbiano.
Encontramos una amplia variedad de cepas probióticas: algunas mejoran la salud cerebral al influir en los neurotransmisores y en las proteínas del cerebro (a los niveles de cortisol y a los niveles séricos de citoquinas). Estas se conocen como psicobióticos y estudios realizados en ratones han demostrado que muchas bacterias –como los lactobacilos y las bifidobacterias– mejoran la memoria y reducen la ansiedad inducida por el estrés crónico y el comportamiento depresivo.
La degradación de los prebióticos por los probióticos forma los postbióticos, que son compuestos bioactivos que ofrecen beneficios a la salud del huésped. Investigaciones recientes respaldan el uso de postbióticos como agentes antidepresivos y pueden proporcionar beneficios adicionales a los animales compañía propensos a trastornos de ansiedad o estrés.
Por otro lado, los antioxidantes ayudan a reducir el estrés oxidativo, que ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción y la acumulación de especies reactivas del oxígeno (ROS) y la capacidad del organismo para desintoxicar estos productos reactivos. El estrés oxidativo produce daño biomolecular cuando se presenta a niveles altos; lo que puede provocar enfermedades y trastornos intestinales (como cáncer colorrectal, infecciones entéricas y enfermedades inflamatorias intestinales).
Recientemente se ha demostrado que los compuestos antioxidantes derivados de los alimentos pueden proteger al huésped del estrés oxidativo intestinal al modular la composición de las especies microbianas beneficiosas en el intestino. Dado que el estrés oxidativo contribuye con la aparición de muchos trastornos o enfermedades (como Parkinson y Alzheimer), los antioxidantes son muy importantes para la salud en general. El selenio dietario es un antioxidante –especialmente en la forma orgánica como Sel-Plex®– que puede reducir el estrés oxidativo y equilibrar la flora microbiana, reduciendo la incidencia de disbiosis. Además, se ha observado que el selenio orgánico reduce la prevalencia de placas de beta amiloide (proteínas anormales en el cerebro). Esto puede ayudar a prevenir neuropatologías relacionadas con la edad que están asociadas con el deterioro cognitivo.
Apoyar la salud cerebral de las mascotas
Los dueños de mascotas saben que una buena nutrición, la actividad física y el cuidado preventivo son clave para una vida saludable y feliz para cualquier animal de compañía. E investigaciones recientes demuestran que la salud del cuerpo y cerebro –ambas tan importantes para la calidad de vida– están estrechamente relacionadas. Cuanto más aprendamos sobre esto, mejores decisiones podremos tomar para la salud de nuestros compañeros peludos.