¿Cómo el sector ganadero puede llevar a cabo una producción sostenible?
Por Neil Keane
La industria agropecuaria tiene una posición única para dar soporte a la economía circular. Pero cada actor que participa en la cadena alimentaria tiene sus propios desafíos, que son complejos a la hora de abordar los requisitos de sostenibilidad. Para los ganaderos es la rentabilidad y el desarrollo de un modelo de producción que no perjudique al negocio en el que depende su supervivencia.
“No es fácil ser verde cuando estás en números rojos” es la respuesta recurrente que muchos productores agropecuarios dan cuando se les invita a cumplir con los requisitos de sostenibilidad relacionados con la producción de alimentos (que cada vez cobran más importancia). Ya que con varios modelos y proyectos para poner en marcha –como en muchas otras industrias– las dificultades se presentan en los detalles; y esto sucede también en el sector agropecuario en su deseo de ser más ecológico. Por lo que es interesante observar cómo la reciente iniciativa de la Unión Europea: la estrategia De la Granja a la Mesa, involucra principalmente a los ganaderos en la reformulación de las políticas más importantes.
Cómo aplicar la sostenibilidad es uno de los puntos que provoca más división actualmente en la sociedad. Pero para la forma en la que opera el sector agroalimentario este es un deber. Ya que pensar en las generaciones futuras y en proteger el medio ambiente, han sido cuestiones que no han sido abordadas en la producción de alimentos durante milenios. Ahora nuestro desafío como productores es medir y determinar nuestros modelos de producción. La crianza de animales tiene una posición clave en el soporte de la economía circular: al transformar los alimentos para animales y sus sub productos (no aptos para los seres humanos) en carne y leche. Asimismo, el pastoreo regenerativo, la rotación estratégica de cultivos y la utilización eficiente de nutrientes; contribuyen a mejorar la biodiversidad.
Abordar los requisitos de sostenibilidad
Los desafíos son diferentes y complejos para cada uno de los sectores involucrados en la cadena alimentaria (con respecto a cómo abordar estos requisitos de sostenibilidad). Para el productor pecuario depende de la rentabilidad y del cambio de un modelo de producción que no perjudique su forma de trabajar ni el sistema operativo en el que depende su supervivencia. No hay duda de que la producción pecuaria se encuentra en una posición única para ser parte de la solución del cambio climático a través del secuestro de carbono. Sin embargo, en un mundo basado en datos; tenemos que ser capaces de medirlos y determinarlos.
Para los gobiernos, la mitigación del cambio climático y el cumplimiento de las metas acordadas a nivel internacional, requieren lograr una modificación en los hábitos de las personas en toda la sociedad. Mientras que en el sector agroalimentario se necesita abrir el diálogo entre todos los involucrados, para la formulación de políticas y para alinear directrices basadas en las necesidades locales. Se está trabajando desde la educación, sin embargo, se ha demostrado que esto se logra de manera más eficaz a través de un enfoque aplicado desde la industria agropecuaria en su conjunto.
En Alltech creemos que es indispensable esta colaboración para lograr la neutralidad de carbono en la industria agropecuaria. Se ha impulsado la urgencia de desarrollar modelos de producción sostenibles, pero esto debe hacerse de una manera que evite buscar fórmulas mágicas y se intente implementar programas integrales para reducir los residuos.
Validar una producción sostenible
De momento, muchos profesionales del campo y ganaderos han entendido que las emisiones al medio ambiente (como los gases de efecto invernadero) representan también una oportunidad económica perdida. Ya que supone un desperdicio de la alimentación que podía haber impulsado una mayor producción. Esto significa que a medida que un productor alcanza sus metas en salud animal y productividad, entonces el impacto ambiental es menor por sí solo. Sin embargo, la pieza que hace falta es la capacidad para medir estos valores en casos reales.
Al articular un abordaje basado en el estudio del ciclo biológico, con una estrategia personalizada para los animales de una granja; se obtienen los datos que pueden validar el enfoque “ganar-ganar-ganar” (es decir: animales más sanos, una mayor rentabilidad y mejoras en la calidad ambiental; que van de la mano).
Gráfico 1
El Modelo de Fermentación In Vitro de Alltech (Alltech IFM™) simula la fermentación ruminal y de esta manera se evalúa el valor nutritivo de una dieta y la formación de los productos finales de esa fermentación. Este enfoque dinámico, que da como resultado la eficiencia de la dieta, se explica en el Gráfico 1.
La aplicación de la tecnología Alltech IFM™ para obtener una formulación de dietas más favorables para el rumen, ayuda a los ganaderos a reducir no solo los desechos sólidos del alimento balanceado; sino también la contaminación ambiental. Alrededor del 80% de la huella de carbono de cualquier explotación de ganado de leche o de carne procede de las emisiones entéricas (es decir, del metano del rumen) y de los residuos totales de la alimentación. Al utilizarse junto con Alltech E-CO2 (nuestra evaluación del impacto ambiental de las granjas), Alltech IFM™ representa una herramienta eficaz para conocer las emisiones de la granja y las específicas del metano entérico derivado de la alimentación animal.
La organización internacional Carbon Trust ha validado que los datos sobre las emisiones de metano, calculados a través de estas dos herramientas juntas, se encuentran en el nivel 2 dentro del modelo para granjas de 3 niveles de las directrices del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Una vez que una finca ha llevado a cabo estas evaluaciones y ha determinado su huella de carbono, se plantean diferentes medidas para mitigar sus emisiones. Por ejemplo, las emisiones de metano y de óxido nitroso pueden reducirse si se mejora de manera estratégica las dietas y el manejo del estiércol. Alltech E-CO2, que ha realizado más de 10 mil evaluaciones en granjas, ha corroborado que las fincas más eficientes desde el punto de vista ambiental, son también con frecuencia las más rentables.
Eficiencia en el uso del nitrógeno
El nitrógeno es un nutriente clave tanto para el rumen como para la fertilidad del suelo. En los sistemas de producción de rumiantes, entre el 75 y 95% del nitrógeno dietario consumido como proteína de los alimentos es excretado a través del estiércol. Este nitrógeno no aprovechado en las heces es el resultado de una baja eficiencia en su uso en el ganado. Al mejorar el uso del nitrógeno, los productores logran ventajas tanto económicas como en la producción animal.
Entre las medidas de mitigación que ya están siendo implementanas en la industria se incluyen: esparcidores en bandas de estiércol líquido, dietas bajas en proteína, fertilizantes a base de urea protegida o praderas de múltiples especies. Cada una de estas medidas tiene un efecto importante en el medio ambiente. Pero el desafío sigue siendo medir este impacto con precisión en cada explotación ganadera. ¿Cómo los productores y las entidades reguladoras pueden conocer en tiempo real lo que sucede con el uso del nitrógeno? Su repercución es un asunto serio para toda la sociedad, tanto por la calidad del aire como del agua, así como por la pérdida de la biodiversidad.
Dietas más favorables para el rumen y para el medio ambiente
Por más de una década, Alltech ha estado trabajando en la elaboración de estrategias nutricionales con productores de ganado de leche y de carne –en todo el mundo– para abordar las pérdidas de nitrógeno. Un elemento esencial en este trabajo ha sido la inclusión de un innovador ingrediente nutricional llamado Optigen®; que proporciona una liberación controlada de nitrógeno no proteico (NNP) al rumen a lo largo del tiempo. Esto promueve la máxima utilización del nitrógeno, reduce su excreción y disminuye el riesgo de su paso a un nivel alto a la sangre (y así sus efectos tóxicos relacionados). Un suministro controlado y continuo de amoníaco al rumen sirve para satisfacer las necesidades de nitrógeno de las bacterias ruminales. Esto conduce a un uso más eficiente del nitrógeno dietario, a un aumento del aporte de proteína microbiana a las vacas y a una reducción de la excreción de nitrógeno.
Recientemente Alltech ha presentado un nuevo metaanálisis que analiza los efectos de la suplementación con Optigen® en las vacas lecheras, basándose en los resultados de 17 estudios realizados en 6 países diferentes. Sus resultados mostraron muchos efectos positivos:
- Optigen® sustituyó parcialmente alrededor del 21% de la harina de soya en todas las raciones.
- Con las dietas suplementadas con Optigen® se disminuyó la ingesta de materia seca y el consumo de nitrógeno.
- La producción de leche se mantuvo estable, la eficiencia alimenticia mejoró en un 3% y la eficiencia en el uso del nitrógeno aumentó en un 4%.
De esta manera quedan demostrados los beneficios ambientales del uso de Optigen®, que se dan a través de la sustitución parcial de la soya y de otros concentrados proteicos en las raciones; sumado a la mejora en la eficiencia de la producción.
Es importante tener en cuenta que mitigar las pérdidas de nitrógeno a través del estiércol es un objetivo clave para mejorar la sostenibilidad en las explotaciones lecheras. La reformulación de las dietas con Optigen® no solo mejora el desempeño animal, sino que también contribuye con la eficiencia del ciclo productivo completo. Además, la inclusión de Optigen® a las raciones promueve el uso más eficiente de los forrajes producidos en la misma granja, y ayuda a reducir el potencial efecto de calentamiento global que tiene la dieta.
El manejo de las dietas a través de ingredientes como Optigen® –acompañado de herramientas de medición como Alltech IFM™ y Alltech E-CO2– puede ayudar a mejorar el uso del nitrógeno. Sin embargo, se requiere un enfoque integral. Y con el objetivo de cumplir con éxito las metas nacionales de reducción de nitrógeno, es importante el trabajo en conjunto entre los productores, los gobiernos y la industria agropecuaria en su totalidad. Confiamos en que este enfoque abierto para todos –que actualmente está siendo adoptado por estos actores– permitirá una importante reducción de las pérdidas de nitrógeno en los próximos años.
*Referencias disponibles bajo petición.
**Este artículo fue publicado originalmente en All about feed.