Consejos de bioseguridad en avicultura para prevenir la gripe aviar

Con la expansión de la gripe aviar, la bioseguridad en la avicultura está en el punto de mira de todos.
Aunque la mayoría de los protocolos de bioseguridad son estándar, siempre es mejor tener en cuenta los requisitos específicos de las explotaciones, incluidas las buenas prácticas de limpieza y desinfección si se llevan equipos a diferentes instalaciones, para intentar ofrecer la mejor protección a los avicultores y sus aves.
Signos y síntomas de la gripe aviar en las aves de corral
La gripe aviar , enfermedad causada por el virus de la Influenza Aviar del tipo A, puede infectar tanto a aves silvestres como domésticas. Varios factores pueden contribuir a la propagación de la gripe aviar, como los patrones de vuelo de las aves migratorias, el comercio internacional y los puntos de contacto cruzado entre humanos y aves silvestres. La gripe aviar se detecta con más frecuencia en las regiones más frías debido a la resistencia del virus a temperaturas entre bajas y gélidas.
Existen dos tipos clínicos de virus de la gripe en las aves de corral: el de alta patogenicidad (HP) y el de baja patogenicidad (LP). Las cepas HP de la gripe aviar pueden propagarse rápidamente entre las aves y provocar fallos multiorgánicos y altos niveles de mortalidad repentina. Las cepas LP de la gripe aviar se manifiestan como infecciones asintomáticas, enfermedades respiratorias y/o caídas de la producción.
Los síntomas que indican la gripe aviar en las aves incluyen:
- Muerte súbita sin signos de alarma.
- Hinchazón de la cabeza, ojos, cresta y barbilla.
- Huevos de cáscara blanda o deformes.
- Disminución de la producción de huevos.
- Falta de energía, apetito y coordinación.
- Diarrea.
- Secreción nasal.
- Tos o estornudos.
- Plumas erizadas.
Cómo ayudar a prevenir la gripe aviar en las aves de corral
Los virus de la gripe aviar se propagan por contacto directo con aves infectadas o a través de piensos, agua, equipos y ropa contaminados. Por lo tanto, la bioseguridad es el primer y más importante método de prevención en las explotaciones. Se aconseja a los productores avícolas:
Evitar el acceso de la fauna salvaje: Mantener el buen estado de las instalaciones. Reducir la presencia de agua estancada, los vertidos de pienso y los residuos almacenados de forma inadecuada que pueden atraer a la fauna salvaje. Instale elementos disuasorios, como redes y mallas de exclusión.
Controlar el acceso de personas y vehículos: Si hay aves silvestres infectadas en la zona, reducir el movimiento de personas o vehículos hacia y desde las zonas donde se crían aves de corral. Cámbiese de ropa antes y después de entrar en contacto con su rebaño, y asegúrese de que los visitantes hacen lo mismo.
Mantener altos niveles de saneamiento: limpie y desinfecte con regularidad, desde la propiedad y los gallineros hasta el equipamiento, los vehículos e incluso el calzado. Los avicultores comerciales deben limpiar y desinfectar los gallineros al final de cada ciclo de producción. Lávese bien las manos antes y después de entrar en contacto con aves.
Mantener la vigilancia y los informes: Como mínimo, seguir la normativa local relativa a los protocolos de vigilancia y análisis de las parvadas reproductoras. Póngase en contacto con un veterinario si tiene alguna duda. Asegúrese también de notificar las enfermedades y las muertes de aves. Una actuación rápida ayudará a proteger a otras aves de la zona si se confirma la enfermedad.
La gestión eficaz de las aves de corral es crucial para reducir el riesgo de gripe aviar y proteger a las manadas de posibles brotes. Aplicando estrictas medidas de bioseguridad, manteniendo un saneamiento adecuado y vigilando de cerca la salud de las aves, los avicultores pueden contribuir a salvaguardar sus explotaciones. Mantenerse vigilante y proactivo es clave para garantizar la salud y la productividad de las aves de corral frente a la evolución de las enfermedades.
Autor : Becca Saunders