Skip to main content

Día Mundial del Suelo: Gestión sostenible del suelo

Día Mundial del Suelo: Gestión sostenible del suelo

El día 5 de diciembre celebramos el Día Mundial del Suelo. Desde Alltech Crop Science Iberia, expertos en salud del suelo, queremos recalcar la importancia de realizar una gestión sostenible del suelo y de conservar y proteger su salud.

Los suelos necesitan un aporte equilibrado y variado de nutrientes en la cantidad apropiada para estar saludables y llevar a cabo la producción de cultivos de forma óptima.

Salud del suelo y producción de cultivos

Las prácticas agrícolas modernas, como la labranza o el uso excesivo de fertilizantes comerciales, pueden interrumpir y desequilibrar la necesaria y saludable simbiosis entre plantas y suelo.

A la hora de determinar el estado de salud de nuestros suelos, es importante tener en cuenta algunos elementos básicos de la producción de cultivos, como el NPK (proporción de nitrógeno, fósforo y potasio en un producto) de los fertilizantes convencionales.

En la actualidad, la mayoría de las explotaciones agrícolas se centran en aumentar el rendimiento, debido a la presión de tener que alimentar a una población en rápido crecimiento. Debemos preocuparnos no sólo por la cantidad, sino también por la calidad de los alimentos que producimos.

Realizar diversas prácticas agrícolas desequilibradas pueden alterar las asociaciones entre las bacterias del suelo y las plantas y pueden tener un impacto negativo en la salud del suelo. También determinan los tipos y las cantidades de minerales, grasas y fitoquímicos beneficiosos para la salud de nuestros cultivos, que nos llegan a través de los alimentos que consumimos.

Entender y mejorar estas conexiones podría llegar a tener profundas implicaciones en la producción de alimentos y la forma en que cultivamos, tanto ahora como en el futuro.

Prácticas agrícolas, salud del suelo y todo lo que conlleva.

La degradación generalizada del suelo es, en parte, el resultado de las dos prácticas agrícolas fundamentales en las que se ha basado durante mucho tiempo la agricultura convencional: el laboreo y el uso excesivo de fertilizantes químicos.

El laboreo tiene profundas raíces históricas, en cambio, el uso de fertilizantes químicos es mucho más reciente, en cuanto a su desarrollo y aplicación. Estas prácticas pueden degradar la materia orgánica del suelo, y, por tanto, alterar la comunidad microbiana de forma perjudicial para su salud y fertilidad. Aunque realmente, la realidad es que los agricultores depende de este tipo de prácticas para cosechar gran parte de los alimentos que cultivamos hoy día.

Devolver la vida al suelo, prácticas de agricultura regenerativa.

Las prácticas de agricultura regenerativa pueden contribuir a reconstruir y revitalizar la materia orgánica, lo que puede, a su vez, ayudar a reconstruir la salud y la fertilidad del suelo.

Algunos de los principios de agricultura regenerativa más conocidos y eficaces son

  • Labranza baja o nula: Minimizar la alteración del suelo
  • Cultivo de cobertura: Mantener una cubierta vegetal permanente y/o cultivar cultivos de cobertura entre los cultivos comerciales para mantener siempre las raíces vivas en el suelo
  • Rotación de cultivos: Mantener una rotación diversa de cinco a seis cultivos

Cuatro consejos para una gestión sostenible del suelo

Los suelos pueden perder nutrientes y materia orgánica. Un suelo sano es aquel que tiene un alto contenido de materia orgánica, lo que se convierte en una base ideal para los cultivos.

  1. Aumentar la materia orgánica del suelo

Entre todos los animales (como las lombrices y los insectos) y los millones de microbios que habitan en el suelo, un suelo sano está repleto de vida.

Cada una de estas criaturas desempeña un papel en el ciclo de los nutrientes, que es el proceso de descomposición de los residuos de las cosechas, como los rastrojos de maíz, y su degradación en materia orgánica en el suelo. Una vez completado el proceso de descomposición, los nutrientes quedan disponibles para las plantas. Cuando las plantas utilizan los nutrientes disponibles en el suelo, los agricultores pueden empezar a utilizar aditivos y fertilizantes más específicos.

  1. Minimizar el laboreo

El laboreo puede dañar el entorno del suelo y sólo debe utilizarse para mejorar las zonas problemáticas. También puede aumentar el número de malas hierbas en un campo al sacarlas a la superficie, donde pueden germinar y crecer. Estas malas hierbas competirán con el cultivo previsto por los nutrientes y ocupan un valioso espacio en el campo, lo que puede reducir el rendimiento de las cosechas.

  1. Mantener la superficie del suelo cubierta

Los cultivos de cobertura no sólo mejoran la composición del suelo, ya que su uso aumenta la disponibilidad de nutrientes como el nitrógeno en el suelo, sino que también reducen significativamente la probabilidad de erosión del suelo. Cuando los campos se mantienen sin cubrir después de la cosecha y durante el invierno, se vuelven susceptibles a la erosión del viento y la lluvia.

  1. Rotación de cultivos

La rotación de cultivos también contribuye a evitar la erosión del suelo, ya que, no sólo mantienen el campo cubierto, sino que las raíces de cada cultivo crecen a distintas longitudes y se aferran al suelo a distintas profundidades a lo largo de las estaciones, manteniendo la estabilidad frente a las lluvias y los vientos más fuertes.

Loading...