Comportamiento reproductivo deficiente en el ganado de carne
¿Cómo un comportamiento reproductivo deficiente afecta a los bovinos de carne?
Un comportamiento reproductivo deficiente puede dar como resultado importantes pérdidas económicas para los productores y es difícil determinar sus causas hasta varios meses después del período de servicio.
El efecto multiplicador de un manejo reproductivo no adecuado puede conllevar un descarte temprano de vacas, terneros enfermos o de alto riesgo, y una caída general de la rentabilidad de la explotación.
Causas de un comportamiento reproductivo deficiente en las vacas
- Nutrición no adecuada: La alimentación desempeña una función clave en la reproducción exitosa de las vacas. Mantener una óptima calificación de la condición corporal incrementa las probabilidades de un parto saludable y mejora el intervalo entre partos.
- Estrés: El estrés calórico puede afectar las tasas de fertilidad y provocar abortos tempranos. Por otro lado, es importante implementar métodos de manejo de bajo estrés como el movimiento lento y calmo del ganado.
- Enfermedades: Las enfermedades venéreas (como la vibriosis o la tricomoniasis) y otras infecciosas (como la diarrea viral bovina) pueden tener un impacto negativo sobre el desempeño de las vacas.
Causas de un comportamiento reproductivo deficiente en los toros
- Mala calidad seminal: Los toros con una condición corporal no óptima o enfermos presentan una disminución de la calidad del semen y de la viabilidad espermática.
- Pie podrido y otros problemas de salud: El pie podrido (o foot-rot) representa un desafío común que afecta a los toros. Los animales que sufren pie podrido son menos propensos a buscar a las vacas en celo. Por otro lado, las lesiones en las patas traseras también pueden impedir que los toros monten a las hembras.
- Baja relación toro/vaca: Contar con muy pocos toros disponibles también puede afectar negativamente el desempeño animal.
3 prácticas para evitar un comportamiento reproductivo deficiente en las vacas
- Cerrar la brecha entre la energía consumida y la requerida: Si bien los requerimientos de la nutrición fetal son menores durante la gestación temprana y media (representando menos del 12% de los requerimientos totales de la vaca), desde el aspecto de la producción: la gestación comienza exactamente cuando los requerimientos nutricionales de las vacas son mayores –debido al aumento de las exigencias de la lactancia–. Por lo que es necesario un manejo adecuado de los animales y una suplementación precisa para evitar la reducción de la condición corporal durante este período.
- Mejorar la inmunidad y la salud:El post parto es –por lo general– un período de mucho estrés para las vacas debido a que se enfrentan a diversos cambios fisiológicos y nutricionales. Por ello, es muy importante que los productores se aseguren de que la vaca tenga un estado inmune óptimo durante este período, para así optimizar la fertilidad. Algunos animales tienen un mayor riesgo de infecciones uterinas por casos como la placenta retenida y la metritis, las cuales se presentan después del parto. Las infecciones uterinas y las enfermedades de los ovarios inevitablemente afectan la fertilidad. De esta manera, los minerales traza (como el selenio) desempeñan una función clave en el mantenimiento de un sistema inmune fuerte durante el parto. Otros minerales traza (como el cobre) y los macrominerales (como el fósforo) también cumplen funciones importantes en la ovulación y la ciclicidad. La deficiencia de cualquiera de estos dos grupos está relacionada con el anestro. Diversas investigaciones han demostrado que el suministro de los minerales traza en la forma orgánica hace que sean mejor absorbidos, almacenados y utilizados por los animales.
- Suministrar nutrientes esenciales:La selección genética se da cuando el productor toma decisiones de apareamiento. No obstante, atender la nutrición fetal durante el período de gestación ayuda a optimizar el mejoramiento genético, ya que se proporcionan las mejores condiciones para el desarrollo del feto. Por ello, para que los órganos vitales se desarrollen adecuadamente y para maximizar el potencial genético de los terneros, se debe asegurar el suministro necesario de nutrientes esenciales para las vacas gestantes –como los macrominerales, los minerales traza, las vitaminas y las proteínas–.