Salud intestinal de las mascotas: cómo afecta la nutrición en el comportamiento de tu mascota

Si alguna vez has echado un vistazo a las redes sociales, ¡seguro que has visto a las mascotas hacer algunas locuras! Al igual que nosotros, cada uno tiene una personalidad única que está influenciada por su "segundo cerebro": el sistema nervioso entérico (SNE), dentro de las paredes del sistema digestivo. Si bien los mecanismos por los cuales el microbioma intestinal y el SNE afectan al comportamiento no se conocen completamente, cada vez más pruebas revelan que la salud intestinal juega un papel importante en la salud mental. Apoyar la salud del cerebro de las mascotas es una nueva frontera que ofrece sorprendentes beneficios para su salud en general.

Interferencia entre el intestino y el cerebro

Durante décadas se creyó que la relación cerebro-intestino era unidireccional, ya que el cerebro afectaba al intestino, pero no al revés. Ahora sabemos que es una cuestión de interferencia a nivel neuronal, endocrino e inmunológico. Si bien el sistema nervioso, incluido el cerebro, comprende una compleja red que controla y regula el cuerpo en general, muchas de las vías de esta red también están bajo la influencia del microbioma intestinal. Dado que lo que comen los animales tiene un profundo efecto en la composición de la microbiota intestinal y en los subproductos metabólicos, la dieta de las mascota debe considerarse cuidadosamente desde los primeros años de vida hasta la edad adulta.

El ecosistema de la microbiota intestinal es único para cada individuo, humano o animal, y se ve afectado por una variedad de factores que incluyen la dieta, el uso de antibióticos, las enfermedades gastrointestinales, la edad, la genética y el medio ambiente. Está compuesto principalmente por bacterias, pero también incluye arqueas, virus y protozoos. Los desequilibrios en la microbiota intestinal, a veces denominados disbiosis, pueden provocar una inflamación crónica de grado bajo y se han relacionado no solo con trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino permeable, sino también con enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.

Mejorar la salud de tu mascota

Sin embargo, una buena nutrición puede beneficiar la salud del cerebro al prevenir o reducir la aparición de disbiosis. Los prebióticos, probióticos, postbióticos y antioxidantes, en particular, desempeñan un papel en la protección de la salud intestinal de las mascotas.

Los prebióticos son compuestos en los alimentos que estimulan el crecimiento de bacterias saludables y promueven la diversidad microbiana. Investigaciones recientes han indicado que algunos prebióticos pueden aumentar la cognición y el comportamiento positivo a través de la modulación de la neuroinflamación.

Los probióticos comprenden bacterias vivas y/o desactivadas que mejoran la salud intestinal al reducir la población de bacterias patógenas en el tracto gastrointestinal. Funcionan por exclusión competitiva, produciendo compuestos antimicrobianos, cultivando microorganismos endógenos beneficiosos y/o alterando el metabolismo microbiano.

Si bien hay una amplia variedad de cepas probióticas, algunas mejoran la salud mental al afectar a los neurotransmisores y proteínas del cerebro, a los niveles de cortisol y los niveles séricos de citoquinas. Estos se conocen como psicobióticos. Ya se ha demostrado que muchas bacterias, como los lactobacilos y las bifidobacterias, mejoran la memoria y reducen la ansiedad inducida por el estrés crónico y el comportamiento depresivo en ratones.

La descomposición de los prebióticos por los probióticos forma postbióticos, compuestos bioactivos que confieren beneficios para la salud a su huésped. La evidencia reciente ha respaldado el uso de postbióticos como agentes antidepresivos, y pueden proporcionar beneficios adicionales en animales propensos a trastornos de ansiedad o estrés.

Los antioxidantes ayudan a aliviar el estrés oxidativo, que ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción y acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la capacidad del cuerpo para desintoxicar estos productos reactivos. Cuando el estrés oxidativo se produce en niveles altos, provoca daños biomoleculares y puede provocar lesiones y trastornos intestinales, como cáncer colorrectal, infecciones entéricas y enfermedades inflamatorias intestinales.

Recientemente, se ha demostrado que los compuestos antioxidantes derivados de los alimentos pueden proteger al huésped del estrés oxidativo intestinal al modular la composición de las especies microbianas beneficiosas en el intestino. Dado que el estrés oxidativo desempeña un papel importante en la causa de muchos trastornos, enfermedades como Parkinson y Alzheimer, los antioxidantes son muy importantes para la salud en general. El selenio, antioxidante, especialmente en forma orgánica como  la que ofrece Sel-Plex®,  puede reducir el estrés oxidativo y equilibrar la flora microbiana también, reduciendo la incidencia de disbiosis. Además, se ha demostrado que el selenio orgánico reduce la prevalencia de placas de beta amiloide, que son proteínas anormales en el cerebro. Esto puede ayudar a prevenir neuropatologías relacionadas con la edad asociadas con el deterioro cognitivo.

Promover la salud del cerebro de las mascotas

Los dueños de mascotas saben que una buena nutrición, la actividad física y el cuidado preventivo son clave para una vida saludable y feliz para cualquier animal. Investigaciones recientes demuestran que la salud del cuerpo y cerebro, ambas tan importantes para la calidad de vida, también están estrechamente relacionadas. Cuanto más aprendamos sobre esto, mejor podremos tomar decisiones para la salud de nuestros compañeros peludos.

Autor: Dra. Rebecca Delles